El cáncer de colon es un tipo de cáncer que comienza en el intestino grueso (colon). El colon es la parte final del tubo digestivo.
El cáncer de colon suele afectar a los adultos mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Por lo general, comienza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon.
Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos síntomas o ningún síntoma. Por esta razón, los médicos recomiendan pruebas de detección regulares para ayudar a prevenir el cáncer de colon mediante la identificación y extirpación de pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
Si aparece un cáncer de colon, hay muchos tratamientos disponibles para ayudar a controlarlo, incluidos la cirugía, la radioterapia y los tratamientos farmacológicos, como la quimioterapia, la terapia con diana específica y la inmunoterapia.
El cáncer de colon a veces se denomina cáncer colorrectal, que es un término que combina el cáncer de colon y el cáncer rectal, que comienza en el recto.
Los signos y síntomas del cáncer de colon incluyen los siguientes:
Muchas personas con cáncer de colon no experimentan síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas, es probable que varíen, según el tamaño del cáncer y de su ubicación en el intestino grueso.
Si notas cualquier síntoma persistente que te preocupe, consulta con el médico.
Habla con tu médico acerca de cuándo comenzar la evaluación de cáncer de colon. Por lo general, las pautas recomiendan que las pruebas de detección del cáncer de colon comiencen alrededor de los 50 años. El médico te puede recomendar una revisión más frecuente o más temprana si tienes otros factores de riesgo, como antecedentes familiares de la enfermedad.
Los médicos no saben exactamente qué provoca la mayoría de los cánceres de colon.
En general, el cáncer de colon comienza cuando las células sanas del colon desarrollan cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le indican a la célula qué funciones realizar.
Las células sanas crecen y se dividen de manera ordenada para mantener el funcionamiento normal del cuerpo. Pero cuando el ADN de una célula se daña y se vuelve canceroso, las células continúan dividiéndose, incluso cuando no se necesitan nuevas células. A medida que las células se acumulan, forman un tumor.
Con el tiempo, las células cancerosas pueden crecer para invadir y destruir el tejido normal cercano. Y las células cancerosas pueden trasladarse a otras partes del cuerpo para formar depósitos allí (metástasis).
Se ha descubierto que algunos medicamentos reducen el riesgo de pólipos precancerosos o cáncer de colon. Por ejemplo, alguna evidencia relaciona un riesgo menor de pólipos y cáncer de colon con el uso regular de la aspirina o medicamentos similares a la aspirina. Pero no está claro qué dosis y cuánto tiempo se necesitaría para reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. Tomar aspirina a diario tiene algunos riesgos, incluido el sangrado gastrointestinal y las úlceras.
Por lo general, estas opciones se reservan para personas con un alto riesgo de cáncer de colon. No hay suficiente evidencia para recomendar estos medicamentos a las personas que tienen un riesgo promedio de cáncer de colon.
Si estás en mayor riesgo de padecer cáncer de colon, analiza tus factores de riesgo con el médico para determinar si los medicamentos preventivos son seguros para ti.