El Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona ha logrado realizar un trasplante de pulmón totalmente robótico mediante una incisión de ocho centímetros en la parte inferior del esternón y justo por encima del diafragma, una técnica que ha permitido sacar el órgano enfermo e introducir el nuevo sin realizar la convencional y muy invasiva gran apertura en el pecho.
La intervención, realizada con el robot Da Vinci, se llevó a cabo el 28 de febrero y fue un trasplante unipulmonar a un hombre de 65 años con fibrosis pulmonar. El equipo del hospital se muestra contento de haber logrado otro hito en el campo de los trasplantes pulmonares y espera poder evitar la invasiva técnica que se usaba hasta ahora.
El Vall d'Hebron es actualmente el hospital que más trasplantes de pulmón realiza al año en España y uno de los siete que disponen de un programa específico. El jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Vall d'Hebron, Albert Jáuregui, explica que la cirugía robótica se utiliza en cáncer de pulmón a nivel mundial, mejorando la supervivencia de los afectados y permitiendo "una recuperación espectacular", pero hasta ahora no se utilizaba en trasplantes pulmonares debido a la dificultad técnica. Hace un año, cirujanos del Hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles realizaron el primer trasplante pulmonar con robot, pero el equipo de Barcelona buscó una técnica más avanzada y menos invasiva. Después de contactar con el equipo del Cedars-Sinai, lograron encontrar una técnica adecuada y llevarla a cabo con éxito.
Los cirujanos del Vall d'Hebron, para hacer el trasplante de pulmón totalmente con robot, realizan manualmente una incisión de ocho centímetros en la piel por debajo de la xifoide, una pequeña extensión cartilaginosa de la parte inferior del esternón, y por encima del diafragma, y en el agujero abierto colocan un separador de partes blandas, que es un utensilio de plástico que permite mantener la incisión abierta y limpia durante la operación para sacar y meter los pulmones. La piel es muy elástica, con lo que los ocho centímetros son suficientes para que pasen uno o dos pulmones (previamente desinflados), a diferencia de la incisión entre dos costillas habitual en los trasplantes, que no es elástica, ha informado el equipo en la rueda de prensa.
A partir de ese punto, se introducen cuatro brazos del robot Da Vinci por cuatro pequeños orificios (de 8 a 12 milímetros de ancho) que se hacen en diferentes partes del tórax. El cirujano torácico se sienta en la consola y mueve los brazos mediante cuatro palancas de control: una palanca mueve un brazo que separa delicadamente el corazón del pulmón, para que no dificulte la operación de salida y entrada de los pulmones; dos brazos llevan los utensilios quirúrgicos como bisturís y pinzas, y el último brazo incorpora una cámara que permite al cirujano tener una visión en 3 dimensiones del interior del cuerpo (recordemos que los trasplantes de pulmón hasta ahora se hacían abriendo el tórax, con lo que el cirujano veía todos los órganos perfectamente a simple vista).