Las calorías no son malas, son necesarias, el problema es cuando se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita.
La caloría es una unidad de medida de la energía, es decir, la cantidad necesaria de calor en forma de energía para poder producir un incremento de 1ºC en una masa de agua de 1 gramo. En nutrición se usa esta medida puesto que el organismo necesita energía para funcionar correctamente: funcionamiento del corazón, del sistema musculoesquelético, del sistema nervioso, etc.
Una kilocaloría es la medida del valor energético de la comida. Nuestro cuerpo quema calorías utilizando ATP (adenosin-trifosfórico) que es un nucleótido que obtiene energía de las células. La energía llega a nuestro organismo a través de la oxidación de los alimentos que ingerimos:
Las calorías no son malas, son necesarias, el problema es cuando se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita.
Una dieta normocalórica o una dieta basada en huerta, mar y granja es aquella que tiene una combinación de todos los elementos necesarios para que el cuerpo realice sus funciones correctamente.
No existen cantidades establecidas para todos puesto que las necesidades dependerán de la edad, la estructura corporal de la persona y de la actividad física que realice. Por ejemplo, un niño entre 4 y 13 años con una actividad moderada deberá consumir entre 1600 y 2200 kilocalorías al día, pero si tiene una actividad sedentaria no se recomienda que pase de 1600.
Igualmente, una mujer adulta de entre 19 y 30 años con una actividad moderada podrá consumir entre 2000 y 2200 kilocalorías, pero si apenas tiene actividad física no se recomienda que pase de los 2000.
Las dietas hipercalóricas son las propias de trabajos físicos fuertes como el desarrollado en la minería, el campo, la construcción, el mercado y el deporte. Estas dietas se caracterizan por un aporte mayor en calorías y alimentos energéticos, sobre todo de hidratos de carbono integrales (pan, patata, arroz, pasta), hasta un 65 % del total de la dieta diaria, pero siempre cuidando la ingesta de aceite y alimentos grasos, dulces u alcohol.
Cuando la ingesta de calorías es mayor a la energía necesaria del cuerpo, las calorías sobrantes se acumulan en forma de grasa. Esto favorece el sobrepeso en las personas, un problema grave problema para la salud de las sociedades de hoy en día. Un exceso de grasa en las personas favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas como la diabetes y algunos tipos de cáncer.
Establecer una dieta hipocalórica ayuda a reducir la grasa acumulada y el peso sobrante. Para ello la cantidad de alimentos energéticos -grasas, proteínas e hidratos de carbono- debe reducirse aumentando la ingesta de alimentos con altos contenidos en vitaminas y fibras que ayudan a la eliminación de estas grasas.
Para que la pérdida de peso se realice de manera saludable esta tiene que hacerse de forma paulatina. Las pérdidas repentinas de peso solo perjudican el organismo favoreciendo la aparición de trastorno gastrointestinales, daños en el páncreas, trastornos alimentarios, etc.
Para perder peso es importante tener en cuenta las siguientes normas:
Las dietas coherentes y efectivas de reducción de peso se basan en reducir la ingesta calórica e incluir una comida variada y baja en calorías. En estas ocasiones lo mejor es acudir al endocrino que valore el estado de salud general y pueda establecer una dieta personalizada en base a las necesidades del paciente y sus hábitos de vida.
FUENTES:
https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/nutrition/Paginas/Energy-In-Recommended-Food-Drink-Amounts-for-Children.aspx
https://www.fisterra.com/ayuda-en-consulta/dietas/dieta-2.000-kcalorias-menus/ .