La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias.
El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollará Alzhéimer.
La enfermedad de Alzheimer es responsable de entre un 60% y un 80% de los casos de demencia. El Alzheimer no es una característica normal del envejecimiento.
Se estima que por lo menos 260.000 personas mayores de 60 años podrían padecer Alzheimer en el 2020, según una investigación realizada por expertos de la Universidad Icesi. El Alzheimer se han convertido en un problema severo de salud pública en Colombia y aproximadamente 6 de cada 10 personas mayores de 80 años pueden sufrir esta patología.
Esta primera etapa tiene una duración aproximada de 3 años y en ella se observa un paulatino deterioro en la memoria episódica, especialmente. La persona olvida eventos recientes, no importa que hayan pasado 10, 15 o 20 minutos de un hecho determinado. Puede no recordar que ya comió u olvidar la conversación que tuvo con su hijo minutos antes. Asimismo, la percepción de su medio ambiente se ve disminuida, lo mismo que la memoria en cuanto al tiempo y el espacio se ve afectada.
En la persona empieza a surgir una típica desorientación de lo que lo rodea, no reconociendo bien el lugar donde está. Así, es muy común que la persona no recuerde cómo llegar a las tiendas que siempre ha frecuentado, saber dónde está el banco, al que siempre ha ido; qué dirección tomar para ir a la iglesia, a la que asiste todos los domingos; o bien, qué camino tomar para regresar y llegar de vuelta a casa. Otros ejemplos son el no recordar la fecha, ni el día ni el mes en que vive, no saber la hora que es o creer que, aunque es de mañana, para él ya es de noche o viceversa.
En esta segunda etapa, todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar. Este estadio tiene una duración aproximada de 3 años, durante el cual se producen importantes alteraciones de la función cerebral con aparición de síntomas más preocupantes o que llaman más la atención. Comienzan a surgir problemas de lenguaje (afasia), funciones aprendidas (apraxia) y reconocimiento (agnosia).
Por afasia se entiende dificultad en el lenguaje, a la persona le cuesta trabajo hablar, expresarse y darse a entender. Dice unas palabras por otras, La apraxia se refiere a las dificultades que presenta para llevar a cabo funciones aprendidas, la persona no puede ni sabe cómo vestirse, no sabe utilizar los cubiertos, etc... La agnosia consiste en una pérdida de la capacidad para poder reconocer a las personas con las que convive y aunque esta pérdida no es total, pues de cierto modo aún reconoce ambientes familiares y conserva la orientación personal (sabe su nombre, edad, lugar de nacimiento), sus desaciertos son cada vez más frecuentes.
La persona empieza a hacer acciones repetitivas rayando en lo obsesivo, recorre la casa por todas partes, ordena la ropa o los papeles varias veces al día, su mirada cambia. En esta etapa, resulta obvio que la capacidad para el pensamiento abstracto y la habilidad para llevar a cabo operaciones de cálculo desaparecen por completo. No pueden realizar las más sencillas operaciones, aunque sí, tal vez, recitar de memoria las tablas de multiplicar.
En esta tercera y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.
El paciente de Alzheimer no reconoce a sus familiares e incluso puede no reconocer su propio rostro en el espejo. La personalidad que siempre acompañó a la persona, cambia en gran medida. Se muestran profundamente apáticos, perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de lavarse, vestirse, andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.
Más adelante, tienen incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos la persona termina en cama, con alimentación asistida.
Todo el mundo tiene lapsos de memoria ocasionales. Es normal olvidar dónde pusiste las llaves o el nombre de un conocido. Sin embargo, la pérdida de memoria asociada con la enfermedad de Alzheimer persiste y empeora, lo cual afecta la capacidad de funcionar en el trabajo o en el hogar.
Algunos trastornos, incluidos los trastornos tratables, pueden causar la pérdida de la memoria u otros síntomas de demencia. Si estás preocupado por tu memoria u otras habilidades de razonamiento, habla con tu médico para que te realice una evaluación integral y un diagnóstico, recuerda que puedes hacer todo este proceso con la Clínica Neuropsicológica Integral Neuraxis en el que encontrarás un grupo de profesionales altamente calificados en evaluación, diagnóstico y tratamiento del funcionamiento Neurológico y Neuropsicológico.