La Insuficiencia Cardíaca (IC) es un enfermedad crónica y degenerativa del corazón que impide que éste tenga capacidad suficiente para bombear la sangre y por lo tanto de hacer llegar suficiente oxígeno y nutrientes al resto de los órganos. Esto es debido a que el corazón está demasiado débil o se ha vuelto rígido y no puede hacer bien su trabajo de bombear sangre. Suele ser crónica y provoca síntomas por todo el cuerpo, ya que los diferentes órganos y músculos no reciben suficiente oxígeno y nutrientes y, por tanto, no pueden funcionar con normalidad.
La insuficiencia cardíaca, a veces llamada insuficiencia cardíaca congestiva, se produce cuando el músculo del corazón no bombea sangre como debería hacerlo. Determinadas afecciones, como las arterias estrechadas en el corazón enfermedad de las arterias coronarias o la presión arterial alta, dejan progresivamente el corazón demasiado débil o rígido como para llenarse y bombear de forma eficaz.
La insuficiencia cardíaca no significa que el corazón se ha detenido o está por dejar de funcionar. Indica que el corazón no puede bombear la sangre de la manera que debería hacerlo.
Un latido cardíaco es una acción de bombeo en dos fases que toma aproximadamente un segundo. A medida que se va acumulando sangre en las cavidades superiores (las aurículas derecha e izquierda), el marcapasos natural del corazón (el nódulo sinoauricular o SA) envía una señal eléctrica que estimula la contracción de las aurículas.
Acumulación de sangre y líquidos en los pulmones
Acumulación de líquido en los pies, los tobillos y las piernas llamada edema
Cansancio y falta de aire
Como consecuencia de la insuficiencia cardíaca, los músculos de los brazos y de las piernas se cansan con mayor rapidez y los riñones no pueden funcionar con normalidad. Los riñones filtran los líquidos y productos de desecho de la sangre hacia la orina, pero, cuando el corazón no puede bombear suficientemente, los riñones funcionan de forma inadecuada, y por tanto no pueden eliminar el exceso de líquido de la sangre. Como consecuencia, aumenta la cantidad de líquido en el torrente sanguíneo y se incrementa la carga de trabajo del corazón, por lo que se establece un círculo vicioso.
La insuficiencia cardíaca se divide en dos tipos principales: Disfunción sistólica y Disfunción diastólica. En algunos casos, se presentan ambos tipos de insuficiencia cardíaca a la vez.
En la Disfunción sistólica, el corazón se contrae menos enérgicamente y expulsa un menor porcentaje de la sangre que le llega. En consecuencia, permanece una mayor cantidad de sangre en las cavidades inferiores del corazón (ventrículos). El resultado es que la sangre se acumula en los pulmones, en las venas o en ambos a la vez.
En la Disfunción diastólica, el corazón está rígido y no se relaja normalmente después de la contracción, lo cual afecta a su capacidad para llenarse de sangre. Algunas veces un corazón rígido compensa su llenado insuficiente con el bombeo de una cantidad de sangre mayor de la que bombea normalmente. Sin embargo, como en la disfunción sistólica, la sangre que vuelve al corazón acaba acumulándose en los pulmones y en las venas. A menudo, ambas formas de insuficiencia cardíaca se presentan juntas.
Cualquier trastorno que afecte directamente al corazón puede desencadenar una insuficiencia cardíaca, y lo mismo ocurre con trastornos que lo afecten de manera indirecta. Algunos trastornos causan insuficiencia cardíaca rápidamente. Otros, en cambio, causan insuficiencia cardíaca sólo al cabo de muchos años. Algunos trastornos producen disfunción sistólica, otros producen disfunción diastólica y otros, como la hipertensión arterial y algunas valvulopatías cardíacas, pueden ocasionar ambos tipos de disfunción.
La clasificación de la Insuficiencia Cardíaca por Capacidad Funcional, es decir según la magnitud de la disnea, es la forma universal más utilizada para cuantificar el compromiso clínico en los pacientes con insuficiencia cardíaca.
Depende de si predominan los signos y síntomas de hipertensión de aurícula izquierda (congestión pulmonar) o derecha (congestión visceral). Se habla de Insuficiencia Cardíaca Global cuando hay participación equivalente.
Se refiere al grado de alteración del débito cardíaco o de la hipertensión venocapilar, que pueden determinar síntomas en condiciones basales, incluso en reposo.
Se refiere al tiempo de evolución y a la velocidad de progresión de las manifestaciones de insuficiencia cardíaca, lo que se acompaña de fenómenos fisiopatológicos y clínicos propios.
Se refiere a la presencia de signos congestivos pulmonares o viscerales. Debe distinguirse de los estados congestivos que se caracterizan por hipervolemia y congestión visceral, pero que pueden tener muchas causas, entre ellas la insuficiencia cardíaca.
Es la falla del sistema circulatorio con causas tan variadas como hipovolemia grave, shock séptico o falla cardíaca aguda.
Algunos de los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden ser los siguientes:
Falta de aire (disnea) cuando haces esfuerzos o te acuestas
Fatiga y debilidad
Hinchazón (edema) en las piernas, los tobillos y los pies
Latidos del corazón rápidos o irregulares
Menor capacidad para hacer ejercicio
Tos o sibilancia constantes con flema blanca o rosa manchada de sangre
Mayor necesidad de orinar por la noche
Hinchazón del abdomen (ascitis)
Aumento de peso muy rápido por retención de líquido
Falta de apetito y náuseas
Dificultad para concentrarse o menor estado de alerta
Falta de aire repentina grave, y tos con moco rosa espumoso
Dolor en el pecho si la insuficiencia cardíaca es producto de un ataque cardíaco
La enfermedad de la arteria coronaria (EAC), es un estrechamiento o bloqueo de los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón. Esto puede debilitar el miocardio ya sea a lo largo del tiempo o repentinamente.
La presión arterial alta que no esté bien controlada, que puede llevar a que se presenten problemas de rigidez o eventualmente llevar al debilitamiento del músculo.
Cardiopatía congénita
Ataque cardíaco (cuando la enfermedad de la arteria coronaria resulta en un bloqueo repentino de una arteria del corazón)
Válvulas cardíacas permeables o estrechas
Infección que debilita el miocardio
Algunos tipos de ritmos cardíacos anormales (arritmias)
Amiloidosis
Enfisema
Hipertiroidismo
Sarcoidosis
Anemia grave
Demasiado hierro en el cuerpo
Hipotiroidismo