El cáncer de seno o cáncer de mama se origina cuando las células en el seno comienzan a crecer en forma descontrolada. Estas células normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una protuberancia (masa o bulto). El cáncer de mama puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, pero es mucho más frecuente en las mujeres.
En el caso de Colombia, el observatorio informa, que se registraron 101.893 casos en el 2018, de los cuales 47.876 son hombres y 54.017 mujeres. La tasa de mortalidad por esta enfermedad en el país, es de 46.057.
El cáncer de seno se puede propagar cuando las células cancerosas alcanzan la sangre o el sistema linfático y llegan a otras partes del cuerpo.
El sistema linfático es una red de vasos linfáticos o linfático, encontrado en todo el cuerpo que conecta los ganglios linfáticos (pequeñas agrupaciones en forma de un fríjol de células del sistema inmunitario). El líquido transparente dentro de los vasos linfáticos, llamado linfa, contiene productos derivados de los tejidos y materia de desecho, así como células del sistema inmunitario. Los vasos linfáticos transportan líquido linfático fuera de los senos. En el caso de cáncer de seno, las células cancerosas pueden ingresar en los vasos linfáticos y comenzar a crecer en los ganglios linfáticos. La mayoría de los vasos linfáticos del seno drenan hacia:
Los ganglios linfáticos localizados debajo del brazo (ganglios axilares)
Los ganglios linfáticos que rodean la clavícula (ganglios linfáticos supraclaviculares encima de la clavícula e infraclaviculares debajo de la clavícula)
Los ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del tórax y cerca del esternón ganglios linfáticos mamarios internos.
La mama es una glándula; Llamamos cáncer de mama al tumor originado en las células y estructuras de esta glándula, por ello el cáncer de mama es un Adenocarcinoma.
Se llama así a la proliferación celular maligna que ocurre en el interior del conducto mamario, sin traspasar la pared del mismo, es decir sin invasión o infiltración del tejido que lo rodea.
Carcinoma ductal in situ
Carcinoma intraductal si es dentro de un ducto.
Carcinoma lobulillar in situ, si es dentro de un lobulillo; Hace años, el carcinoma lobulillar in situ se consideraba una lesión premaligna, sin embargo, en la actualidad se entiende como un marcador que identifica a mujeres con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo. El término más adecuado es el de neoplasia lobular.
Se llama así a la proliferación celular maligna que traspasa la frontera natural anatómica del ducto o el lobulillo, invadiendo el tejido circundante.
Fundamentalmente existen dos tipos de cáncer de mama invasivo:
Se originan en las células que revisten los conductos galactóforos (conductos por donde circula la leche hacia el pezón). Es el tipo más frecuente, representando el 80% de los cánceres infiltrantes de mama.
Se originan en las células de los lobulillos mamarios, donde se produce la leche. Su incidencia es mucho menor, del 10%.
Los signos y síntomas del cáncer de mama pueden comprender los siguientes:
Un nódulo mamario o engrosamiento que se siente diferente de los tejidos circundantes
Cambio de tamaño, forma o apariencia de una mama
Cambios en la piel de la mama, como hoyuelos
La inversión reciente del pezón
Excoriación, descamación, formación de costras o desprendimiento del área de piel pigmentada que rodea el pezón (areola) o de la piel de la mama
Enrojecimiento o depresiones en la piel de la mama, como en la cáscara de una naranja
Los investigadores han identificado factores hormonales, del estilo de vida y ambientales que pueden aumentar el riesgo de tener cáncer de mama. Sin embargo, no está claro por qué algunas personas que no tienen factores de riesgo contraen cáncer, mientras que otras personas con factores de riesgo nunca lo padecen. Es probable que el cáncer de mama sea causado por una interacción compleja de la composición genética y el entorno.
Los médicos calculan que del 5% al 10% aproximadamente de los tipos de cáncer de mama están relacionados con mutaciones genéticas que se transmiten a través de las generaciones de una familia. Se ha identificado una cantidad de genes mutados heredados que pueden aumentar la probabilidad de tener cáncer de mama. Los más conocidos son el gen del cáncer de mama 1 (BRCA1) y el gen del cáncer de mama 2 (BRCA2), los cuales aumentan, de manera considerable, el riesgo de padecer tanto cáncer de mama como cáncer de ovario.
Recuerda que siempre esta la opcion de que tu misma te realices la mamografía, pero si encuentras un bulto u otro cambio en las mamas, incluso si obtuviste resultados normales en una mamografía reciente, pero tienes dudas e inquietudes, pide una consulta con tu médico para que te evalúe de inmediato.