El término estreñimiento, más que una enfermedad en sí misma, hace referencia a la apreciación de cada individuo sobre su hábito intestinal. Dado el amplio margen de hábitos intestinales normales, resulta muy difícil definir el estreñimiento con exactitud.
El estreñimiento generalmente se describe como el hecho de tener menos de tres evacuaciones intestinales por semana. Aunque el estreñimiento aislado es muy frecuente.
Si tienes estreñimiento, no estás solo. El estreñimiento es uno de los problemas intestinales más comunes, más de la mitad de la población lo experimentado en algún momento de su vida. De hecho, 1 de 5 personas dice haber sufrido estreñimiento. Sin embargo, para hasta un cuarto de la población, el estreñimiento es más que una molestia menor, ya que sufren un estreñimiento crónico y esto afecta significativamente a su calidad de vida. Las heces son duras, secas o grumosas; La evacuación de las heces resulta difícil o dolorosa o queda una sensación de que la evacuación no fue completa.
Muchas personas no saben que padecen estreñimiento crónico. Consideran normal ir al lavabo menos de tres veces por semana, pasarse horas en el baño o tener que hacer esfuerzos excesivos para evacuar. Es parte de su rutina como el estreñimiento los ha acompañado durante años, acaban por considerarlo parte de sí mismos.
Podemos clasificar el estreñimiento en:
Estreñimiento pasajero: Surge de forma temporal por una causa externa relacionada con un cambio de dieta, de ritmo de vida, vacaciones, estrés, falta de ejercicio, toma de un medicamento… Cuando desaparece esta causa, se retoma el ritmo normal.
Estreñimiento crónico o habitual: Se produce durante largos periodos de tiempo. En estos casos hay que establecer un diagnóstico para descartar que lo provoque una enfermedad y adoptar hábitos saludables que restablezcan el ritmo normal de la defecación.
La causa más frecuente de estreñimiento hoy en día son los factores dietéticos, especialmente la falta de fibra en la dieta. Otras veces, el estreñimiento está relacionado con diferentes enfermedades que padece la persona y es un síntoma frecuente en pacientes con diabetes y enfermedades de tiroides.
También pueden producir estreñimiento son la inactividad, no beber suficientes líquidos, el uso excesivo de laxantes o el embarazo algunos medicamentos que se utilizan para tratar el dolor, la depresión y algunas enfermedades del corazón.
Entre las causas fisiológicas destacan:
Hipomotilidad intestinal: Los músculos del intestino no tienen fuerza suficiente como para realizar las contracciones necesarias para expulsar las heces.
Hipermotilidad intestinal: Aparecen espasmos o contracciones involuntarias en una parte del intestino que retienen las heces, impidiendo una correcta evacuación.
Problemas rectales: Los músculos del recto no producen el reflejo suficiente para una defecación normal o bien hay lesiones locales que provocan dolor.
Debilidad de los músculos de la pared abdominal: No hay presión suficiente para evacuar.
Obstrucción mecánica del colon o del recto: Cuando hay lesiones intrínsecas o extrínsecas del intestino grueso o del ano.
Los síntomas varían dependiendo de cada paciente ya que en cada persona el estreñimiento presenta unas características diferentes. Según estos criterios es muy probable que sufras estreñimiento crónico si has tenido alguna combinación de los siguientes síntomas durante tres meses o más en el último año:
Menos de 3 defecaciones por semana.
Dificultad o esfuerzo extremo para evacuar las heces.
Heces duras o grumosas.
Incomodidad o hinchazón abdominal.
Sensación de evacuación incompleta.
Sensación de obstrucción en el área ano-rectal.
Necesidad de maniobras manuales para facilitar la expulsión (extracción digital o compresión del suelo pélvico).
Si el estreñimiento no mejora con el autocuidado o si tienes estreñimientos de larga duración, debes consultar con tu médico. Si tienes estreñimiento y sangrado por el recto, sangre en las heces, dolor continuo en el abdomen, u otro signo de un problema médico.
Las complicaciones del estreñimiento son
Hemorroides
Prolapso rectal
Fisura anal
Enfermedad diverticular
Retención fecal
Otra herramienta utilizada por los médicos es la escala de heces de Bristol. Desarrollada por la Universidad de Bristol en Reino Unido, es una guía visual que sirve para medir la consistencia y la forma de las heces. Resulta muy útil para que los médicos puedan comprender cómo son las heces de sus pacientes sin necesidad de que estos deban explicarlas detalladamente.
El médico puede usar la información de la historia clínica y los antecedentes familiares, hacer un examen físico o solicitar pruebas para determinar la causa del estreñimiento.
El inicio del tratamiento se basa en cambios en los hábitos alimentarios con un aumento de alimentos ricos en fibra y una mayor ingesta de líquidos, así como se recomienda el inicio de ejercicio físico, como caminar. El objetivo es lograr un aumento del volumen y el peso de las heces por eso se debe incrementar el consumo de fibra. Para ello es necesario consumir a diario al menos dos raciones de verdura (mejor crudas y de hoja verde), tres porciones de fruta, esta última a ser posible con piel. Hay que introducir el consumo de cereales integrales ya sea en forma de pasta, arroz o pan y la ingesta de líquidos abundante (ocho vasos al día) a excepción de los que contengan gas. Es importante ingerir, además, de dos a tres cucharadas de aceite de oliva al día.
También es importante mantener unos hábitos regulares de vaciado intestinal y tratar de controlar el estrés. En los pacientes que estas pautas sean insuficientes se pueden recetar medicamentos.