Es natural que, al confirmar un embarazo, los padres quieran tener el mayor cuidado posible para que su bebé nazca sin complicaciones. Por este motivo existe la posibilidad de realizar exámenes preliminares que permitirán descubrir cualquier situación que sea riesgosa para la madre y el feto, durante el periodo de gestación y/o el parto, desde defectos congénitos hasta las complicaciones más comunes.
Una vez los exámenes están hechos, estos le permiten a los futuros padres tomar las decisiones pertinentes para su bienestar, lo más importante siempre es seguir cuidadosamente los cuidados pre y post natales recomendados por el médico de cabecera.
Según el Doctor Ricard Rosell Polo, Especialista en Ginecología y Obstetricia y experto en Diagnóstico Prenatal, “hoy en día, gracias al avance en procedimientos intrauterinos, un cierto número de defectos congénitos pueden ser tratados, lo que mejora notablemente su pronóstico”.
El Dr. Polo escribió para Avantmédic los tipos de pruebas, aquí un pequeño resumen sobre ellas:
Entre las semanas 8 y 11, se realiza un análisis de sangre (Hemograma, bioquímica, serologías, grupo sanguíneo) orina y hormonas para screening (identificación o descarte de patologías) de cromosomopatías o alteraciones en los cromosomas.
Entre las semanas 11 y 13 se hace una ecografía para medir el espesor del pliegue nucal y la longitud del embrión, que junto con la analítica realizada previamente permite calcular el riesgo de cromosomopatía. Se trata de una prueba de screening que detecta el 90% de anomalías de este tipo y que también puede orientar sobre problemas cardíacos o de retraso de crecimiento.
Si no se ha podido calcular el riesgo en el primer trimestre, se puede realizar un segundo screening bioquímico de cromosomopatía entre las semanas 14-17.
La Ecografía Morfológica (EM), es una prueba de screening para evaluar malformaciones fetales. Se hace entre las 18-22 semanas.
La denominación del de este tipo de Ecografía Morfológica (EM) proviene de dos palabras del griego: morphos, que significa forma; y, logos, que significa estudio. Así pues, esta prueba sirve para valorar la estructura del feto y su biometría (forma y proporciones), para saber si el bebé se está desarrollando con normalidad, y para descartar malformaciones.
El Test Prenatal No Invasivo (TPNI), es una prueba de laboratorio que, a partir del ADN fetal que contiene la sangre materna, analiza el riesgo de existencia de anormalidades en los cromosomas 13, 18, 21, X e Y del feto. Se considera una prueba de cribado, no diagnóstica, y tiene una tasa de detección superior al 99% para el Síndrome de Down.
Es recomendado en ciertos casos:
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Fuente: Avanmedic.com – Doctor Ricard Rosell Polo
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, en 1989.
Especialista en Ginecología y Obstetricia vía MIR por el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, 1994.
Es experto en Diagnóstico Prenatal.